Una de las
peores consecuencias de la huelga de los diarios se refleja en las cocinas.
—¡Señora!
—exclamaba Saturnia. —¿Con qué forro el tacho de la basura ahora?
Estaba
realmente deprimida. Y eso que Saturnia es capaz de salir indemne de cualquier
situación creada por el gobierno. Hace Strogonoff sin lomo, crêpes Suzettes sin
huevos y hasta sole Meuniére sin pescado. Pero este conflicto la desborda. No
hay ninguna receta que sustituya a los diarios en su cometido más fundamental:
envolver toda la basura.
De modo que
decidí sacar un diario yo.
—Estás
completamente loca —me dijo Macoco, que es bastante monótono para calificarme.
—No tenés la menor idea de cómo se escribe un diario, ni de cómo se dirige, ni
de cómo se administra.
—¿Alguien la
tiene? —pregunté, y lo dejé mudo.