Dos cuadras sin aire


Historias de verdad
De Andrés Alsina

Hay historias que aparecen en el devenir del trabajo periodístico que son de las que se relatan como anécdota o mejor se callan, porque oralmente son nimias. Hay en ellas, sin embargo, algo que debe ser contado, y entonces uno las escribe en ratos que le saca al trabajo remunerado, que paga todos los meses pero da satisfacciones con mucha menos frecuencia.
Estas historias, a veces, quedan allí. Forman esa costra que los periodistas llaman experiencia; conocimientos vanos que hacen callos. Generalmente se postergan para la gran novela que se escribirá, pues de poco vale contar que uno salió de pesca con un profesional arriesgándose a vientos, porque en verdad no pasó nada aunque pasara tanto. Y si no, se escriben. Todo en ellas es cierto, y la definición dice que deben dar cuenta de algo importante y disimulado en la rutina, ocultado, olvidado: el género se llama reportaje.
Andrés Alsina





Escrito en la ventanilla
            De Carolina Bello


Descolgué el teléfono. Ahora el apartamento está más vacío que en su habitual costumbre de vacío. Miro mis pies y mis piernas. Estoy sentada sobre un parquet que necesita un poco de brillo. Nada en el apartamento tiene brillo, excepto el mango de la heladera que veo desde acá. Es vieja, pero sobrevive. Estoy en una oscuridad intermitente, es la marquesina del bar que me dispara un olvidado y vigente neón. Miro mis piernas y las toco. Tendría que depilarme pero la gillette está demasiado lejos ahí en el baño. Noto un pequeño movimiento. Las partículas del parquet se ven amenazadas por una cucaracha que viene en mi dirección. Pienso en Gregorio. Repito ese nombre en voz alta y considero que es horrible. Pienso en un novio que odiaba a las cucarachas. Me hice experta en el exterminio de las mismas. Ahora no quiero matarla. No tengo ganas de barrerla y además estoy descalza. Mis piernas desnudas están demasiado expuestas. Me despego un poco del piso y la dejo seguir. Soy como un puente, ella pasa por debajo. Estoy segura que si pudiera me lo agradecería.